JOSÉ ORIOL SALA ARLANDIS, PRESIDENTE DEL CONSEJO RECTOR DEL OBSERVATORIO DE LA INGENIERÍA DE ESPAÑA Y PRESIDENTE HONORARIO DE CAJA DE INGENIEROS ¿Cual es el papel que está desarrollando la ingeniería en la sociedad actual?
La Ingeniería según la RAE es “el conjunto de conocimientos orientados a la invención y utilización de técnicas para el aprovechamiento de los recursos naturales o para la actividad industrial”. Ingeniero viene de ingenio, y es una persona que utiliza el ingenio y los conocimientos para resolver problemas técnicos de las personas y de la sociedad, para ayudar a su desarrollo y mejorar la calidad de vida. Obviamente las profesiones, las especialidades e incluso los títulos académicos, cuando se crearon han ido evolucionando, pero la INGENIERÍA como concepto global permanece. En España hay 47 universidades privadas y 4 Politécnicas que dan formación en Ingeniería en sus diferentes ramas, siendo las más extendidas históricamente: Industriales, Agrícolas, Caminos, Telecomunicación, Informática… Y abriéndose cada vez más, a especialidades en nuevas tecnologías para adaptarse a la evolución y necesidades del mercado. La ingeniería española tiene un prestigio y reconocimiento ganado en el mundo. Detrás de cada objeto que utilizamos, hay un ingeniero. La ingeniería es una de las profesiones, junto a otras carreras técnicas que puede convertir los sueños en realidades tangibles a corto/medio plazo, y como tal, es especialmente gratificante por su aporte a la sociedad. En España hay más de 650.000 ingenieros y/o estudiantes de Ingeniería, y hay que seguir avanzando en el desarrollo y evolución de la profesión, el futuro es cambiante y el ingeniero debe adaptarse e incluso anticiparse a él, porque nos vamos a enfrentar a tipos de trabajo y tecnologías que hoy no existen. Basta como reflexión señalar que la Industria es el sector que genera más valor añadido por unidad de trabajo y es el principal soporte de nuestras exportaciones. Es un sector que crea un empleo muy estable y de gran calidad. España es el 5º país industrial de Europa. El nivel de nuestra Ingeniería tiene un fuerte reconocimiento a nivel europeo, pero el peso de nuestra Industria en el PIB ha decaído en 20 años del 19% al 14,7%, mientras en Alemania ha seguido creciendo y es del 29%. Debe ser una cuestión de Estado y de la iniciativa privada revertir esta situación. La actividad de servicios va ligada a las horas/hombre, la actividad industrial te permite desarrollar procedimientos para que con eficiencia, la productividad de las personas se multiplique generando productos o soluciones, y el resultado de su trabajo sea exportable o comercializable generando riqueza para el país. La recuperación de la Economía y el sostenimiento a largo plazo dependen de un sector industrial potente y sólido. El Observatorio de la Ingeniería en España pretende ayudar en este proceso. ¿Cual es el pronóstico con respecto a esta profesión? ¿Qué futuro le augura? La ingeniería española presenta un nivel muy bajo de desempleo. Hay una carencia manifiesta de profesionales en Ingeniería y Tecnología para cubrir la demanda del mercado, en la mayoría de las áreas de especialización. El modelo educativo actual no fomenta las vocaciones técnico-científicas, y hay que divulgar las características positivas de este tipo de estudios (creatividad, resultados tangibles, demanda y futuro). Estamos en la 4ª Revolución Industrial y la Tecnología avanza a velocidad desbordante. La 4ª Revolución incorpora el Internet de las cosas, tecnologías para que los usuarios sean autosuficientes (Do it yourself, o háztelo tú mismo), sistemas ciberfísicos, revolución en el mundo de la movilidad, digitalización y coordinación cooperativa en unidades productivas, sistemas energéticos, impresión 3D, etc… Se trata de una revolución que va a provocar cambios sociales en años, que nos va a permitir integrar procesos productivos, dispersos geográficamente y realizados por empresas especializadas y de menor tamaño, mucho más eficientes en su especialidad, lo que, unido a la optimización de la logística y los medios de transporte, nos permitirá aproximar el producto final a las necesidades del usuario, terminándolo en el lugar o país donde este se encuentra. En una economía conectada, con trabajo colaborativo donde se potencian las capacidades. Las empresas pequeñas (nuestras PYMES), a futuro contratarán muchos más ingenieros puntualmente que ahora. La tecnología potencia el crecimiento de la economía y el crecimiento profesional de los ingenieros. Porque vamos hacia una sociedad diferente con tipos de empresas diferentes, y el perfil profesional de los ingenieros deberá ir evolucionando en función de los escenarios futuros. De hecho, en las Universidades ya se están preparando estudiantes para trabajos que hoy no existen pero con una visión prospectiva. La transformación digital y robotización industrial en España, implicará un incremento de Ingenieros para trabajos de innovación, diseño de sistemas, puesta en marcha, mantenimiento y customización, y la Tecnología revoluciona nuestra sociedad. La tendencia de la 4ª Revolución Industrial será incrementar la necesidad de Ingenieros, especialmente para ser contratados en trabajos especializados, flexibles y a distancia o tiempo parcial, y con ubicaciones móviles. España con una adecuada planificación industrial y flexibilidad para adaptarse, debería aprovechar el momento en que las PYMES y Star-ups van a ir cobrando mayor protagonismo para hacer evolucionar nuestro carácter industrial para que, en el corto plazo, aporte el 20% del PIB español, con la creación de puestos de trabajo, que todo esto significa. La profesión tiene un futuro brillante, pero cada vez más, en trabajos híbridos que requieran una destreza intelectual y experiencia técnica en igual medida. El ingeniero tendrá que ser un especialista y/o generalista y trazar un plan de negocio de su propia carrera, asumiendo que deberá estar en formación permanente. Vamos, como hemos dicho, a una sociedad diferente, el ingeniero deberá aportar una visión prospectiva, y los conocimientos de base se deberán completar permanentemente con habilidades diferentes y ser cada vez más transversales en las capacidades. Habrá que prepararse para trabajos que aún no existen, y aceptar que el trabajo será el aula del futuro. ¿Cómo se está desarrollando el colectivo femenino dentro de la ingeniería en la actualidad? Existe la brecha de género y menos del 20% de los Ingenieros son mujeres en España. Estos datos se asemejan a los de Alemania e Italia, estando Francia mejor situada con un 22% de mujeres. Las solicitudes para estudiar Ingeniería no son tan significativas, en este colectivo que no considera suficientemente esta posibilidad. Seguramente esta situación viene condicionada, en parte, porque las mujeres tienen mayor tendencia hacia temas de carácter social y colaborativo, como Medicina, Farmacia, Sociología, Abogacía, etc.. en donde son mayoría las estudiantes de este colectivo. Pero hay que divulgar más el conocimiento de la profesión en este entorno, para facilitar su interés y acceso a la ingeniería. Por ello y aunque vemos que la problemática en países próximos es similar, no deberíamos desaprovechar el talento que muchas mujeres podrían aportar a la Ingeniería, y más considerando la necesidad previsible de ingenieros para el desarrollo industrial de este país. Debemos conseguir que al menos consideren y analicen las ventajas de desarrollar esta profesión, antes de iniciar sus carreras. Por ello, y entre otras acciones, la Real Academia de la Ingeniería de España, en colaboración con la Fundación Caja de Ingenieros, desarrolla un proyecto “MUJER E INGENIERÍA” que trabaja en esta línea. ¿Qué futuro va a tener el Observatorio de la Ingeniería en España (OIE), una vez concluido el estudio? La misión del OIE es: “Contribuir a la difusión de la Ingeniería y sus perspectivas de futuro, convirtiéndose en un centro de referencia para el análisis, la evaluación, y la difusión de la profesión y de su contribución al progreso social y desarrollo económico.” Con el objetivo de: “Elaborar un informe que analice la realidad actual de la Ingeniería, las perspectivas de futuro del sector y sus necesidades para el desarrollo competitivo”. EL OIE ha sido impulsado por la Fundación Caja de Ingenieros, con el respaldo del Ministerio de Industria y las principales Instituciones del Sector de la Ingeniería (Agrupaciones Profesionales, Consejos Generales, Colegios Profesionales y Universidades Politécnicas). El núcleo inicial de dichas entidades configura el Consejo Rector del Observatorio, a través del cual en estos momentos tenemos representado el 100% de las Universidades Politécnicas, el 71% de los ingenieros técnicos y el 66% de los ingenieros. Lo que significa representar directa o indirectamente a un colectivo de más de 450.000 personas entre ingenieros de las distintas disciplinas y estudiantes de ingeniería. Obviamente en el estudio realizamos un análisis global y de detalle y, en este sentido, hemos necesitado la colaboración de todos los colectivos, consiguiendo su fuerte respaldo e involucración, en este estudio en beneficio de la Ingeniería. (Ver aquí la composición del Consejo Rector.) Debo resaltar que es la primera vez que en España se realiza un estudio de este alcance, en donde además del resultado del estudio, se recopilará la opinión de personas clave en el mundo de la ingeniería y economía de este país, con el fin de dar una visión de futuro de la ingeniería y por lo tanto de poder, en la medida de la posible, cuantificar el tipo y la cantidad de ingenieros precisos en el futuro. El mundo está cambiando hacia la digitalización, y otras materias nuevas, y pretendemos captar esas opiniones con el fin de mejorar los currículums de las carreras universitarias, y ayudar a facilitar la planificación. Este estudio será la primera versión, pero al igual que sucede en Alemania, Francia o Italia, el objetivo será seguir actualizando y mejorando el estudio, en el futuro. Por otra parte, uno de los grandes éxitos de este proyecto es haber aglutinado y comprometido en el Consejo Rector del OIE, al Ministerio de Industria, las Instituciones más representativas del mundo de la Ingeniería de este país y las 4 Universidades Politécnicas. Todo ello configura un grupo de opinión importante, que analizará en próximos Consejos, como puede seguir ayudando a la evolución de la Ingeniería/Tecnología e industria de nuestro país. MARTA MARGARIT, DIRECTORA DEL PROYECTO DEL OBSERVATORIO DE LA INGENIERÍA DE ESPAÑA ¿Cuál es el papel que está desarrollando la ingeniería en la sociedad actual?
Hoy la ingeniería está presente en todo aquello que nos rodea; es una disciplina tan amplia que es difícil de transmitir toda su importancia e implicación en la sociedad. Los ingenieros aplican ciencia y tecnología a la infraestructura, a las herramientas, a las máquinas, a la cultura, … con el fin de aumentar el confort, el bienestar, la riqueza y el nivel de vida de las personas. A lo largo de la historia, la sociedad siempre ha disfrutado de las grandes conquistas de la ciencia y la tecnología, pero muchas veces dichos avances requieren de aplicaciones adicionales para que puedan ser utilizadas de forma fácil por la población. Es por ello por lo que la ingeniería participa de forma importante en todas las profesiones existentes. Hoy las vemos en las nuevas disciplinas que se cursan en las universidades como la biotecnología, la inteligencia artificial, la robótica, etc. Así pues, el ingeniero también tiene una función social que muchas veces queda escondida detrás del branding o marketing del producto que llega al mercado. La ingeniería es una disciplina polifacética, que va desde la creación de sistemas complejos hasta la gestión en ámbitos medioambientales y sociales. Los estudiantes de ingeniería tienen un futuro prometedor en el mundo profesional dado que como hemos visto, la ingeniería aplica a cualquier ámbito de la sociedad. En su opinión, ¿cuáles han sido los resultados más llamativos del estudio? El Observatorio de la Ingeniería ha acometido el primer estudio para conocer la situación actual de los profesionales de la ingeniería en España. El estudio se ha basado en los datos demográficos del Ministerio de Educación y Formación Profesional; las encuestas a partir de los datos de las universidades y colegios profesionales. Ha sido una labor compleja por la diversidad y dispersión de la población. Por otro lado, una labor sin duda necesaria para poner de manifiesto el rol que la ingeniería juega en nuestra sociedad. En este primer informe, además de cuantificar y cualificar a los profesionales de la ingeniería, ha preguntado a las empresas por el futuro de la profesión, desde un punto de vista cuantitativo, pero también formativo y de conocimientos. Actualmente existe una población de profesionales de la ingeniería de 750.000 personas, aunque las empresas creen que en un futuro próximo la necesidad crecerá requiriendo al menos 200.000 profesionales más. Esto indica que las universidades deberán trabajar para atraer a más estudiantes a las diversas especialidades de la ingeniería, adaptando los currículos a la demanda que ya demanda y seguirá demandando la evolución de la sociedad. De la población actual, un 20% son mujeres, lo que implica que este porcentaje aumenta con las generaciones más jóvenes; en los años 80, este porcentaje no llegaba al 5%. Sin embargo, esto no es suficiente, dado que todavía no estamos aprovechando todo el talento existente y derivándolo hacia la ingeniería. Es por el rol que la ingeniería juega en nuestra sociedad que la población de ingenieros sufre muy poco el desempleo; el 98% de los encuestados están en activo, mientras que, en el año de referencia, el INE marcaba un desempleo del 20% en España. La profesión permite ser autónomo, empresario o asalariado; esta diversidad ayuda a cumplir las expectativas profesionales de los recién egresados. Desde el punto de vista formativo, tanto empresas como profesionales reconocen que su preparación ha ido mejorando con el tiempo, adecuándose a los nuevos requerimientos tecnológicos. Sin embargo, también son conscientes de que la formación es una evolución continua tanto a nivel empresarial como personal. ¿Qué mensaje les daría a las nuevas generaciones? Los estudios de ingeniería son carreras universitarias que, por su versatilidad, abre un abanico muy amplio de salidas profesionales. Son carreras donde las asignaturas de matemáticas y la física son pilares, pero todo ello muy asequible para los estudiantes que se animen a afrontarlo. Hay que desmitificar ….. Estas carreras ofrecen salidas profesionales tanto técnicas, como de gestión; para trabajar en el ámbito tanto social, como sanitario, tecnológico, técnico, etc. Hay que eliminar el “cliché” del ingeniero constructor de coches; hoy las posibilidades son tan amplias como permita la imaginación. La inserción laboral nunca es fácil, pero tener en la mano un título de ingeniería hace que se tengan más opciones. En definitiva, la ingeniería da la oportunidad de desarrollo como profesional en las áreas y disciplinas que se seleccione; y por ello ofrece la capacidad de dirigir la carrera profesional hacia las metas que se quieran conseguir. Por último, hay que apuntar que ser ingeniero genera un sentido de pertenencia; ahí donde dos profesionales de la ingeniería se encuentran, surge una sonrisa de complicidad de por medio. Y esa complicidad es la que recogen los colegios profesionales. BEATRIZ MIGUEL HERNÁNDEZ, RECTORA DE LA UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE CARTAGENA ¿Cuál es el papel que está desarrollando la ingeniería en la sociedad actual?
Para la RAE, ingeniería es el “conjunto de conocimientos orientados a la invención y utilización de técnicas para el aprovechamiento de los recursos naturales o para la actividad industrial”. Creo que la definición viene muy bien para contextualizar debidamente. En los últimos 30 años el desarrollo de la tecnología y, por ende, de la ingeniería, ha sido vertiginoso. A las nuevas generaciones, nacidas en la era digital, les cuesta imaginar la escasa potencia de cálculo de los primeros ordenadores personales, la vida sin teléfono móvil o tabletas inteligentes. La ingeniería contribuye notablemente a la transformación de la sociedad en todos sus aspectos, social, económico, cultural, etc. La ingeniería ha modificado, por ejemplo, los automóviles, las viviendas, nuestros hábitos de consumo, nuestros desplazamientos y hasta nuestra actividad social. Y no hay marcha atrás. Pero hay dos grandes retos al respecto que durante este vertiginoso desarrollo no hemos valorado debidamente: la energía y los materiales. Se incremente nuestra dependencia energética sin tener en cuenta que es un bien finito y que supone pagar un alto precio medioambiental. Hemos utilizado materiales cada vez más livianos y funcionales sin considerar que también son un bien escaso. Y a esto se enfrenta la ingeniería; grandes y apasionantes retos. Además, creo que debemos tener en cuenta que, como apunta Nuria Oliver, no todo desarrollo tecnológico es progreso. Y uno de los retos en conjugar ambos conceptos. El futuro para la profesión es emocionante; es un reto constante a la inteligencia humana y a su poder de adaptación. No será suficiente con que el profesional de la ingeniería resuelva problemas concretos. Todo está conectado. Además de los recursos económicos, deberá tener en cuenta el impacto social y medioambiental -no olvidemos el marco que propone la Comisión Europea con el llamado Pacto Verde- a la hora de proporcionar soluciones. Estamos en un momento en que la ingeniería ha de mostrar su faceta humana, su proyección social. Una ingeniería en progresión constante centrada en el ser humano y sus necesidades. ¿Cómo apoyan desde la universidad a potenciar ese rol? Subrayamos que el profesional de la ingeniería es más polifacético. Ponemos énfasis en que tiene que abordar problemas transversales, estar atento a su entorno y, consecuentemente, en estado de formación continua. Somos conscientes de que debe comunicarse, asimismo, en otros idiomas y saber manejarse en diversos entornos y trabajar en equipos multidisciplinares. Todo ello sin perder de vista, naturalmente, su formación académica y el carácter innovador que caracteriza a la profesión. Desde la universidad estamos aumentando las relaciones con las empresas para que el alumnado complemente sus conocimientos teóricos con la práctica profesional a través de las prácticas en empresa. En este sentido no debemos olvidar el importante papel que desempeña nuestra Red de Cátedras. Por otro lado, estamos colaborando, además, en la preparación de títulos propios que permitan la formación postgraduada de los egresados y en la formación en emprendimiento que favorezca y les permita llevar a cabo sus propias ideas ¿Cuál es la evolución de la participación de los estudiantes en las universidades de ingeniería? ¿Qué futuro le augura? Según las cifras que proporciona el Ministerio de Universidades, en los último 5 años el 15% del total de titulados en las universidades españolas lo hicieron en las distintas especialidades de la ingeniería. Sin embargo, este porcentaje parece insuficiente frente a la demanda de esta profesión por parte de las empresas. Según el estudio de “Calidad de la inserción laboral de los graduados universitarios” el 92% de los graduados en ingeniería e industria trabajan en puestos relacionados con su formación. Además, estos ámbitos muestran mayor y mejor calidad de inserción laboral; más contratos a tiempo completo, más puestos de alta cualificación y con un salario neto mensual igual o mayor a 1.500 euros. Y también presentan el máximo del 12,5% en la proporción de titulados trabajando en el extranjero. Con esto datos, las expectativas respecto al futuro laboral de los ingenieros son rotundamente esperanzadoras. Las empresas de ingeniería crean puestos de trabajo cualificado pese a que, en muchos caos, habría que mejorar las condiciones económicas para poder retener los talentos. ¿Cómo se está desarrollando el colectivo femenino dentro de las universidades de ingeniería en la actualidad? Los datos dicen que la ingeniería sigue siendo un campo mayoritariamente masculino. Hay, en este sentido, diversos programas e iniciativas que, desde muchas instituciones, pretenden empoderar a las mujeres en las ramas de la ingeniería. La Universidad Politécnica de Cartagena colabora con la Real Academia de Ingeniería de España, en el proyecto “Mujer e Ingeniería”, encaminado a aumentar el número de vocaciones en ingeniería, especialmente entre las mujeres. Actos como la reciente toma de posesión de dos nuevas académicas en la Real Academia de Ingeniería, Elena García Armada y Ana Conesa Cegarra, el pasado mes de octubre presidido por su Majestad la Reina, ayudan a visibilizar el papel de las mujeres en la ingeniería. SARA GÓMEZ, DIRECTORA DEL PROYECTO MUJER E INGENIERIA ¿Cuál es el papel que está desarrollando la ingeniería en la sociedad actual?
A veces pensamos que la ingeniería es una profesión relativamente nueva, la realidad es que de una u otra manera ha existido siempre. Pensemos en la rueda, en la palanca o en la revolución agrícola (8000 a.C.). Pensemos también en los avances de las culturas griega o romana, en Europa. O en las culturas mesopotámicas y babilónicas en Ásia, o en los incas y aztecas en América. En mi opinión la ingeniería ha sido, es y será la profesión protagonista del progreso social y económico y autora de todos los cambios sustanciales de la humanidad. Gracias a la ingeniería y a sus aportaciones, el ser humano ha logrado desarrollarse y avanzar hasta la sociedad en la que vivimos actualmente. En los últimos siglos, todos los avances de la ingeniería han ido ligados a una revolución. La primera revolución industrial la protagonizó la máquina de vapor y supuso un cambio de modelo social y económico en Europa. En la segunda las ramas protagonistas de la ingeniería fueron la electricidad, los automóviles, los aviones y la producción en masa. Después de la segunda Guerra Mundial, la microelectrónica, las computadoras, las telecomunicaciones, internet…. Todos estos avances tecnológicos han cambiado el mundo de forma sustancial no han sido solo revoluciones industriales, también lo han sido sociales, y han hecho posible el progreso. Estamos ahora inmersos en la cuarta revolución, la que algunos denominan la de la inteligencia artificial, considera que ésta es de un enorme alcance, la más rápida y la más profunda, una revolución en la que la ciencia, la tecnología y la ingeniería son las protagonistas indiscutibles. Estamos hablando de Inteligencia Artificial y Machine Learning que nos permite analizar conjuntamente ingentes cantidades de datos, eliminando los errores humanos y creando herramientas fiables y fáciles que nos permiten tomar decisiones acertadas. Blockchain, en este momento usado principalmente en las criptodivisas, pero que se aplicarán en la seguridad alimentaria o la propiedad intelectual. Internet con la ayuda del 5G, el Edge Computing producirá una verdadera revolución en ciudades inteligentes, vehículos y drones autónomo. Será posible un sistema de transporte interconectado con evidentes beneficios medioambientales y sociales. Con la Computación cuántica cambiaremos los bits por los cubits que harán cálculos complejos inimaginables para las computadoras actuales. Nanotecnología, ya se usa esta tecnología en el ámbito de la salud para vendajes quirúrgicos para crear órganos o para hacer diagnósticos más certeros. Podemos manipular estructuras y manejar células, virus y trazas de ADN, utilizando robots y herramientas de tamaño microscópico. Otros retos indiscutibles son la producción de alimentos para una población que crecerá un 50% hasta 2050, la obtención de agua de la atmósfera o la construcción de centrales energéticas en el espacio. Todo esto en el entorno de conseguir la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. ¿Cuál es el papel de las universidades en la formación de los futuros profesionales de la ingeniería? Más allá de que considero que las universidades tendrán que cambiar sustancialmente sus estructuras, su misión y sus métodos, conviene recordar que existen evidencias, resaltadas en estudios muy rigurosos y serios, que advierten de los frenos a los que se están enfrentando las empresas para abordar la tan manida transformación digital en productos y procesos. La adopción de estas tecnologías se enfrenta a la falta de perfiles profesionales adecuados y a la falta de transversalidad de los perfiles profesionales existentes actualmente. En este contexto la colaboración estrecha y permanente de las instituciones de educación superior y los empleadores resulta imprescindible. La universidad no puede mantenerse ajena a estos cambios y tiene que prestar el servicio para el que es concebida y, en el caso de las universidades públicas, financiada por todos. Es importante abrir un debate valiente en las universidades y reflexionar sobre aquellas previsiones bastante contrastadas que nos indican que en los próximos años habrá una reformulación de los perfiles profesionales, más del 50% de las empresas, incluidas en Fortune 500, habrán desaparecido y más del 50% de las universidades tradicionales se habrán derrumbado. Estamos ante un cambio sin parangón en la historia y debemos dotar a la sociedad de los profesionales en la ingeniería, en la ciencia y en la tecnología, a la altura de tan enorme desafío. Riesgos y consecuencias de la falta de mujeres en la ingeniería. Desde hace casi 20 años padecemos una falta de interés de nuestros jóvenes por la ingeniería sin distinción de sexo, aunque en el caso de las mujeres el problema es aún mayor. Todos los datos que barajan las organizaciones nacionales e internacionales demuestran que la falta de estos profesionales puede poner en riesgo el desarrollo y el bienestar de la humanidad (UNESCO). Las mujeres siempre hemos estado infrarrepresentadas en este campo. Abordamos esta cuarta revolución industrial y la consecución de otros de los grandes retos de la humanidad como son los Objetivos de Desarrollo Sostenible dejando fuera de las estructuras que toman las decisiones a casi la mitad de las personas, a las mujeres. Tan es así que, el Secretario General de la ONU ha propuesto reunir a líderes de todo el mundo en la que ha denominado “cumbre del futuro”. Uno de los ejes de esta propuesta es regular las nuevas tecnologías. Si se llega a celebrar esta cumbre, prevista para 2023, estarán los líderes de los 193 estados miembros, donde el 90 % de los jefes de estado y de gobierno son hombres, lo que vuelve a dejar sin voz a las mujeres en los lugares donde se toman las decisiones. En este contexto, no puedo menos que compartir plenamente las palabras de la escritora Mónica Nepote cuando dice que, gracias a la tecnología, estamos ante un “cambio de paradigma” que está transformando nuestra forma de estar en el mundo y que esta tecnología refleja los sesgos y estereotipos de quien la diseña, según ella, hombres blancos y ricos. Contar con los criterios de las mujeres para establecer otro orden de prioridades humanizará la ingeniería y la tecnología, les dará sentido y reflejará claramente su propósito que sin duda no es otro que poner en el centro de todas las decisiones el bienestar de las personas, en especial de las más vulnerables, y garantizar la sostenibilidad del planeta. ASIER PERALLOS, DECANO DE LA FACULTAD DE INGENIERÍA DE LA UNIVERSIDAD DE DEUSTO ¿Cuál es el papel que está desarrollando la ingeniería en la sociedad actual?
Es un papel esencial. Los avances en ingeniería siempre han sido muy importantes para el desarrollo económico y social, e históricamente han sido claves para la competitividad de ciertas industrias. Sin embargo, en estos momentos yo destacaría la manera en la que se ha generalizado los sectores en los que la ingeniería impacta. Hace años los avances en ingeniería eran fundamentales para ciertos sectores concretos: agrícola, construcción, energético, aeronáutico, industrial... Pero con la irrupción de las nuevas tecnologías y la transformación digital, el impacto se ha transversalizado, llegando a transformar sectores en los que la ingeniería no era tan relevante, como puede ser el caso de la sanidad, la banca o el comercio, por poner algunos ejemplos. ¿Cuál es su pronóstico con respecto a esta profesión? ¿Qué futuro le augura? Con respecto a la profesión es claro que el futuro es muy prometedor. El gap que existe entre el número de profesionales de la ingeniería y la demanda por parte de las empresas es muy grande. Es un clamor ya por parte de la industria la escasez de ingenieros que va a existir (de hecho, ya está ocurriendo). Y eso sin duda va a contribuir a que sean perfiles mejor valorados social y profesionalmente. Lo que ocurre es que esta situación de distancia entre la oferta y la demanda no es buena para el país. La existencia de profesionales cualificados en los distintos ámbitos de la ingeniería es clave para el desarrollo. Y esta necesidad va a ser especialmente acuciante en aquellas ingenierías más relacionadas con el ámbito de las nuevas tecnologías. Paradójicamente en el sector han venido tradicionalmente considerándose como "ingenierías de segunda", y sin embargo creo que en los próximos años su papel va a ser decisivo. ¿Cómo se está desarrollando el colectivo femenino dentro de la ingeniería en la actualidad? En el desempeño profesional yo diría que con total normalidad. No creo que haya nada que indique lo contrario. El problema está en el origen de todo, en el acceso a los estudios de ingeniería. Por lo general las mujeres optan mayoritariamente por estudios en el área de las ciencias sociales y de la rama sanitaria. No tienden a visualizarse en las ingenierías, a excepción de ciertas ramas concretas (por ejemplo, en diseño industrial, biomédica u organización). Hay estudios que demuestran que las niñas a edades tempranas pierden la confianza en sus propias capacidades en el área de las STEM. El entorno y ciertos estereotipos les hacen involuntariamente ver que no es para ellas. Hay que tener mucho cuidado con esto, porque nos jugamos mucho dejando fuera a la mitad del talento en nuestra profesión. Curiosamente, después, el desempeño académico dentro de las ingenierías no dice eso. Como anécdota, en nuestra facultad sólo el 25% del estudiantado son mujeres. Y, sin embargo, los premios a los mejores expedientes académicos que otorgamos anualmente suelen estar muy repartidos entre hombres y mujeres. Sin que esto permita establecer conclusiones por sí solo, estadísticamente es significativo. ¿Cómo cree ud. se puede apoyar el crecimiento de estudiantes de carreras técnicas en nuestro país? Ser ingeniero implica necesariamente pasar por la universidad. Y los parámetros a la hora de elegir estudios universitarios han cambiado, claramente. Antes la decisión era más utilitarista. La empleabilidad y el desarrollo profesional jugaban un papel fundamental. Ahora la componente vocacional tiene mucho peso. Y probablemente también hay una cultura del esfuerzo y del sacrificio diferente. Estudiar cualquier ingeniería es duro. Da miedo y echa para atrás. En mi opinión hay que incidir sobre el elemento vocacional. Y eso hay que hacerlo a edades muy tempranas. En bachillerato quizás sea ya tarde. Hay que explicar el papel de la ingeniería en la sociedad con ejemplos muy claros. Y establecer referentes. Es una carrera de fondo y es complicado, porque el efecto de las acciones llevadas a cabo no va a poder ser evaluado hasta quizás dentro de 10 años (por ejemplo, aquellas realizadas sobre estudiantes de primaria). Y con esos desfases es complicado operar, evaluar, corregir... De todas formas, creo que desde instituciones, universidades y algunas empresas, se está haciendo un gran trabajo que, antes o después, tendrá resultados. |
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Noviembre 2022
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