MIGUEL IRIBERRI, EX-PRESIDENTE DEL CONSEJO GENERAL DE COLEGIOS OFICIALES DE INGENIEROS INDUSTRIALES ¿Cuál es el papel que está desarrollando la ingeniería en la sociedad actual?
Hace unas semanas, un conocido periódico de información económica llamó a nuestro gabinete de comunicación pidiéndonos expertos que les explicaran diversos temas relacionados con la situación energética en Europa al hilo de la guerra de Ucrania, tanto del gas, del petróleo y de la energía nuclear. La ingeniería y los ingenieros industriales estamos presentes en muchísimos ámbitos fundamentales de la sociedad actual, y es habitual nuestra presencia no solo en este tema de la energía, sino también en organización industrial, química, robótica, electrónica, ingeniería eléctrica, mecánica y de materiales, logística o salud laboral. Un ingeniero industrial es un profesional capaz de trabajar en muchas áreas diferentes. Los conocimientos generalistas y multidisciplinares que posee son muy sólidos y, combinados con un poco de especialización, nos dotan de una gran capacidad para adaptarnos a una sociedad actual que cambia cada diez años. Y ese es el ADN de la ingeniería, la capacidad de adaptación a los cambios, algunos tan drásticos como los de la reciente pandemia: un ingeniero industrial fue el diseñador y ejecutor del hospital de campaña más grande que se levantó, el de IFEMA; o la cantidad de ingenieros que empezaron a diseñar y fabricar respiradores en sus plantas; o la persistencia e influencia, incluso a escala mundial, de algunos ingenieros industriales españoles al tener que demostrar a la OMS que la causa del 80 % de los contagios por COVID era por aerosoles y no por gotículas. La ingeniería industrial seguirá teniendo el papel que siempre ha tenido: adaptarse al medio y a las circunstancias para aportar soluciones a los retos de cada época, adelantándose a ellos, incluso. ¿Cuál es su pronóstico con respecto a esta profesión? ¿Qué futuro le augura? Hay un aforismo que llevo escuchando hace una década que dice que “las profesiones más demandadas dentro de cinco años aún no se han inventado”, y puede que algo de razón tenga, pero también sé que la profesión de ingeniero tiene 172 años de historia y siempre ha sido respetada, demandada y fundamental para el avance de la sociedad. Ninguna sociedad avanza sin ingenieros. Por eso, año tras año, sigue siendo, si no la que más, una de las profesiones más demandadas por las empresas, con las notas de acceso más altas en las universidades y cuyo máster universitario es el más cursado de las carreras de Ingeniería en la mayoría de las escuelas politécnicas de este país. La pregunta no es tanto qué futuro le auguro a la profesión, sino qué futuro le auguro a un país que no apuesta por los ingenieros y las ingenieras. ¿Cómo se está desarrollando el colectivo femenino dentro de la ingeniería en la actualidad? Ese no es uno de los retos, sino “el reto”. Cualquier Estado y cualquier ciudadano deben tener claro que una sociedad no avanza si no cuenta de manera igualitaria con el 50 % de su población, las mujeres. Y la ingeniería, como motor de cambio y de progreso de un país, debe incorporar la visión de la mujer. Ahora no llegamos al 20 % de ingenieras industriales en ningún Colegio ni en ningún listado de titulados superiores con máster, y ese debe ser el reto. La presencia de la mujer en los estudios universitarios ha evolucionado en las últimas décadas en España, hasta llegar a más del 55 % hace dos cursos. Pero en las ingenierías, la presencia de la mujer baja. Además, a mayor nivel, menos se reduce el porcentaje de brecha entre hombres y mujeres. Cuando una mujer estudia Ingeniería, continúa sus estudios a otro de mayor nivel e, incluso, llega al doctorado en un porcentaje muy superior al de los hombres. Sin embargo, creemos que no es suficiente con "animar" a las niñas, sino que consideramos urgente abordar políticas educativas que rompan la brecha de género en la ingeniería. ¿Cuál es el papel de los Colegios de Ingenieros? ¿Cómo ayudan a los profesionales del sector? Esa era una pregunta que hace décadas ni se planteaba un ingeniero industrial cuando terminaba la carrera. Uno se colegiaba al minuto de titularse porque era necesario para ejercer la profesión, pero existe una idea en los últimos años entre los nuevos licenciados de cuestionarse la colegiación. Y yo creo que ahora, más que nunca, los Colegios son necesarios. El mundo cambia a pasos agigantados. Un ingeniero industrial, hace cuarenta años, sabía a qué se iba a dedicar, pero ahora la transformación digital hace que el perfil del ingeniero deba cambiar con la sociedad, y los Colegios estamos complementando la formación que han recibido en las escuelas politécnicas con cursos, webinars, seminarios de un tipo de formación más pegada a la realidad actual y necesaria. Favorecemos el networking, el benchmarking, la colaboración entre profesionales y empresas. Por otra parte, los Colegios seguimos prestando la necesaria cobertura de un seguro de responsabilidad civil y un soporte legal a lo largo de toda la vida profesional, que resulta ser un apoyo al ingeniero industrial. Y no quiero terminar sin poner en valor el papel que debemos realizar en la difusión de nuestra actividad a la sociedad. Los Colegios debemos ser el altavoz hacia los medios de comunicación primero y finalmente hacia los jóvenes para que se sepa que siempre hay un ingeniero o una ingeniera detrás de una solución medioambiental, de logística, de movilidad, de salud laboral, de gestión energética o de transformación digital de una empresa. Tenemos que mostrar a los jóvenes ejemplos de personas que están cambiando el mundo y que ellos pueden ser los siguientes. Los comentarios están cerrados.
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Noviembre 2022
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